CONSULTORIA

NOLDOR S.R.L. ofrece servicios, desarrollos y estudios relacionados con la hidrología y el medio ambiente. También en estos casos su principal herramienta de trabajo está constituida por los radiotrazadores y los diversos indicadores isotópicos incluyendo los ambientales. Estas técnicas se complementan con el empleo de modelos matemáticos y estadísticos para simular y predecir el comportamiento de cursos de agua y evaluar situaciones extremas.

En este contexto, NOLDOR cuenta con la capacidad de respuesta necesaria como para encarar servicios tales como estudios de contaminación de aguas superficiales y subterráneas, determinación de filtraciones en embalses, estudios hidrológicos, análisis de eventos extremos naturales e inducidos y asesoramiento en cualquiera de estos campos.
 

Contaminación hídrica

Para dar sustentabilidad a los recursos hídricos, es decir satisfacer las demandas actuales sin comprometer requerimientos u opciones de generaciones futuras, es necesario y conveniente disponer de adecuadas técnicas y métodos de vigilancia y control de la contaminación en la biosfera. El impacto ambiental de cada emprendimiento, industria, centro urbano o vía navegable no puede ser considerado en forma aislada o localizado en un ámbito limitado sino como resultante de efectos combinados y concatenados que se producen tanto en la propia cuenca como en las vecinas.

Este servicio está dirigido a las instituciones, empresas u organismos vinculados con la gestión de desechos urbanos, industriales, minerales o de otra naturaleza. Se incluyen determinaciones de metales pesados, elementos radiactivos, tóxicos u otros factores que degraden el medio ambiente, tales como la eutrificación o la contaminación inducida de napas.

Indicadores propuestos

Los trazadores e indicadores dinámicos aquí propuestos para evaluar la contaminación o evolución de los medios hídrico, atmosférico y terrestre, así como las técnicas y los métodos desarrollados tienen elevada sensibilidad, especificidad y confiabilidad. Estos parámetros son compatibles con la detección, la medición y el contralor de deficientes prácticas de gestión de residuos generados en la cuenca, así como de accidentes, incidentes o situaciones de compromiso ambiental que pueden ser relativamente frecuentes en un ámbito extendido, complejo y en permanente evolución.

Existen en la actualidad más de 5.000 tipos de átomos conocidos, siendo aproximadamente el 95% de ellos radiactivos. Prácticamente en todos los materiales así como en el medio ambiente y en el organismo humano está presente la radiactividad variando la concentración o actividad específica según el origen y características físicas, químicas o biológicas de cada medio.

En relación con el nivel de contaminación radiactiva de elementos sólidos se ha fijado como norma (según país, contexto y uso) un límite superior para establecer limitaciones a su comercialización, importación o utilización. Este límite suele ser del orden de los 400 Bq / kg.

Las pruebas nucleares atmosféricas que culminaron en la década del 60 aumentaron, en particular, la concentración de tritio (3H) en agua y de cesio 137 (137Cs) en sedimentos en el hemisferio norte, afectando en menor medida al hemisferio Sur.

Por otra parte, los radionúclidos naturales, principalmente el potasio 40 (40K) y los pertenecientes a las series del uranio 235 y 238 (235U y 238U) y del torio 232 (232Th) se presentan con elevada actividad específica en algunos materiales como cenizas volantes y fosfatos.

La contribución de los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) al incremento de la radiactividad natural es bien conocida. La generación de un gigavatio eléctrico a partir del carbón libera al medio ambiente entre 109 y 1011 Bq anuales de radón 220 y radón 222 (220Rn y 222Rn) así como valores comprendidos entre 108 y 1010 Bq anuales de plomo 210 (210Pb), polonio 210 (210Po), radio 226 y 228 (226Ra y 228Ra) entre otros radionúclidos. Estas tasas de liberación anual, que en gran medida se dirigen a la atmósfera y al medio hídrico, son comparables a las correspondientes a las centrales nucleares, en condiciones normales de operación.

Otras actividades humanas aportan radiactividad al medio hídrico incluyéndose accidentes, incidentes o situaciones de compromiso ambiental, poco probables pero nunca totalmente descartables.

La presencia de metales tóxicos y componentes orgánicos, lluvia ácida, derrame de hidrocarburos, quemado de recursos naturales valiosos y no renovables son también formas de contaminación y aún factores considerados causantes de cambios climáticos mundiales.

Por su parte, la molécula de agua natural de cualquier sistema o cuenca hídrica tiene una composición de isótopos estables característica y un contenido de tritio a nivel de trazas.

Por formar parte del agua natural y por ser detectables y medibles en concentraciones extremadamente bajas, los isótopos ambientales (estables o radiactivos) son considerados los instrumentos más sensibles, confiables y eficaces para estudiar y seguir la evolución de los principales parámetros físicos, biológicos y ecológicos de un sistema hídrico global.

Técnicas ofrecidas

Las técnicas aquí ofrecidas para medir o evaluar el nivel de contaminación y otros parámetros en aguas superficiales o subterráneas y en sedimentos en suspensión o de fondo incluyen las siguientes técnicas convencionales de análisis: espectrometría alfa, beta y gamma; espectrometría de masas; difracción de rayos X y microscopía; absorción atómica; análisis por activación neutrónica; cromatografía; determi-naciones "in situ".

Filtraciones en embalses

La presencia de filtraciones en represas y embalses constituye un problema que puede alcanzar distintos niveles de gravedad en función de la magnitud de las pérdidas ocasionando, en algunos casos, inconvenientes técnicos y perjuicios económicos que es factible evitar o disminuir aplicando ciertas técnicas de control y evaluación de riesgos.

La aplicación de trazadores es uno de los mejores métodos para el estudio de filtraciones en grandes reservorios. La información obtenida durante los estudios preliminares permite establecer hipótesis acerca de la ubicación de las zonas de posible infiltración. Pruebas sobre la validez o no de estas hipótesis pueden efectuarse con la ayuda de trazadores artificiales. Para este fin el núclido más extensamente utilizado es el iodo-131 (131I) bajo la forma de ioduro de sodio o de potasio.

Los estudios preliminares deben incluir la recopilación de tanta información como sea posible, compatible con el tiempo y los recursos disponibles para la resolución del problema. Entre los datos más importantes se cuentan: información geológica, inventario de las vertientes que puedan estar vinculadas con el reservorio, variaciones en el caudal de estas vertientes, precipitaciones, variaciones en el nivel del reservorio, perfiles verticales de temperatura, geoquímica de las aguas e información piezométrica. Muchas de estas variables deben ser seguidas durante un ciclo hidrológico completo.

Una vez determinadas las áreas sospechosas, puede inyectarse un radiotrazador y efectuar el seguimiento del desplazamiento de la “nube radiactiva” mediante un detector sumergido y desplazado por medio de una pequeña embarcación. Simultáneamente debe controlarse la presencia de radiactividad en ciertos puntos de las vertientes y correlacionar las curvas de pasaje del trazador por esos lugares con la trayectoria del radioisótopo en el reservorio.

La combinación de distintas técnicas y datos recopilados permiten, por lo general, reunir información suficiente como para localizar con buena confiabilidad la zona de infiltración.
 

Estudios hidrológicos

El emplazamiento de una instalación de cualquier tipo a orillas o en las proximidades de un curso de agua requiere el conocimiento previo del comportamiento hidrológico de la cuenca o subcuenca interesada. Un estudio hidrológico brinda información de incalculable valor no solo con referencia al pasado o presente sino que permite predecir, a través del empleo de modelos apropiados, las tendencias futuras de las variables involucradas.

La recopilación de datos históricos, su ordenamiento, ajuste e interpretación constituyen la herramienta básica de cualquier estudio hidrológico a partir de la cual pueden extraerse conclusiones previas y alimentar modelos.

Los aspectos climáticos, hidrológicos e hidrogeológicos son analizados a través de la información obtenida en relación con temperaturas, presiones, distribución de precipitaciones, caudales, composición del terreno, interconexión de acuíferos y fuentes de recarga.

Inundaciones

El conocimiento de las variables meteorológicas (vientos, presiones, temperaturas, lluvias) así como de las hidrológicas (caudales, cotas hidrométricas) tanto en lo que hace a su seguimiento diario como a su evolución histórica a lo largo de meses y años constituye una herramienta fundamental para comprender, analizar y predecir el comportamiento de un curso de agua.

Dicha información permite no sólo evaluar las situaciones normales sino también prevenir las crecidas y bajantes extraordinarias a través del empleo de modelos matemáticos.

Dentro de este marco de referencia relativo a las alteraciones del régimen normal del medio hídrico no debe olvidarse el estudio de los factores artificiales, o inducidos por el hombre, entre ellos la construcción de nuevas represas u obras de endicamiento, canalizaciones, rectificaciones de cursos y navegación. Asimismo deben considerarse las causas accidentales, tales como la rotura de presas, capaces de producir eventos extraordinarios.

El análisis determinístico de los caudales históricos se apoya en un conjunto de ecuaciones matemáticas y operaciones lógicas que pueden llevarse a un programa de computación. La mayoría de los parámetros involucrados pueden justificarse por leyes físicas expresadas matemáticamente. Por lo general se sustentan sobre bases subjetivas y deben estar respaldados en un profundo conocimiento del sistema que se desea modelizar. Conducen a la determinación de la inundación máxima probable.

Por su parte, el análisis estadístico consiste en el ajuste de los valores históricos -considerados como variables aleatorias- por medio de funciones de distribución que asignan un nivel de probabilidad a cada valor de la variables originales.

Luego de seleccionada la función de distribución teórica que se empleará para el ajuste, deben calcularse sus parámetros descriptivos a través de los registros históricos. Finalmente, la bondad de la aproximación se determinará utilizando alguna prueba de hipótesis estadística la que, para un nivel de significación establecido, dictaminará la validez o no de la función empleada. En caso de resultado negativo, deberá ensayarse con una función de distribución diferente y repetir el procedimiento. Por el contrario, si la prueba arroja un resultado positivo se aceptará la hipótesis docimada y se establecerán los niveles de confianza de los resultados.

En todos los casos la bondad de los ajustes dependerá de la cantidad y calidad de la información inicial. Por ello es imprescindible contar con registros históricos extensos -se recomiendan aquellas estaciones con al menos treinta años de operación continua- y seguros. Este último punto puede ser de difícil verificación pero reviste fundamental importancia para el logro del objetivo propuesto.

Cuando se trabaja con máximos o mínimos, los resultados se presentan como la probabilidad de superar cierto valor de referencia en un lapso dado. En la práctica se acostumbra a determinar, para una probabilidad de referencia, el correspondiente valor de caudal. Otra forma habitual de presentar los resultados es a través del período de retorno que es igual al recíproco de la probabilidad de ocurrencia.

Por último, es conveniente aclarar que, si bien los ejemplos relacionados con ajuste de valores extremos se refieren por lo general a máximos, estos conceptos pueden ser también aplicados a valores mínimos, tales como estiajes.

Con respecto de este tema puede descargarse gratuitamente el trabajo teórico de más de cien páginas "Análisis estadístico de valores extremos. Aplicaciones en hidrología". Su contenido es el siguiente: Principios generales de estadística. Estadística de variables extremas. Funciones de Gumbel, Fréchet, Galton y log-Pearson. Métodos de ajuste. Intervalos de confianza. Pruebas de hipótesis. Comparación entre funciones. Aplicaciones. Descargar archivo.

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