NOTA TECNICA
NORM
En la corteza terrestre existen 68 isótopos radiactivos. Los más
importantes son el potasio- 40 (40K), el rubidio-87 (87Rb)
y aquellos que integran las tres cadenas naturales: serie del uranio-235 (235U)
compuesta 17 por radioisótopos, serie del uranio-238 (238U)
compuesta por 19 radioisótopos y serie del torio-232 (232Th)
compuesta por 12 radioisótopos. Todos ellos, conocidos por las siglas en
inglés NORM (Naturally
Occurring Radioactive
Materials), constituyen, conjuntamente
con la radiación de origen cósmico la principal fuente de las radiaciones
recibidas por los seres humanos. Fuentes de radiación Cuando un cuerpo es sometido a un haz de radiaciones, parte de la energía de dicho haz es absorbida por el material. Se denomina dosis a la cantidad de energía absorbida por unidad de masa. En el caso de un ser vivo y a efectos de evaluar los efectos biológicos, la dosis se pondera según el tipo de radiación y el órgano afectado dando lugar a un nuevo parámetro conocido como dosis equivalente efectiva. El 88% de la dosis efectiva recibida por un individuo promedio procede de fuentes naturales. Del 12% correspondiente a fuentes artificiales, el 94,5% son consecuencias de aplicaciones médicas (diagnóstico y terapia) y sólo 5,5% ocasionadas por otras fuentes (lluvia radiactiva, centrales nucleares, industrias no nucleares, bienes de consumo, ocupacional).
De estas cifras surge la importancia de estudiar en profundidad los
efectos de las radiaciones de origen naturales sobre el ser humano. Esto
es particularmente importante para los trabajadores de algunas industrias
tales como las de petróleo y gas.
Industrias del petróleo y gas A partir de la década del 90, diversos países industrializados comenzaron a estudiar los efectos de los materiales radiactivos naturales en los trabajadores de estas industrias. Particularmente se tuvo en cuenta la existencia de ciertos isótopos del radio en aguas de formación bajo la forma de sales de calcio, bario y estroncio y la presencia en cuencas gasíferas del gas radón-222 (222Rn) que suele concentrarse, posteriormente, en las fracciones de etano y propano. Incrustaciones, deposiciones y presencia en capas de óxido en herramientas, recipientes, unidades de proceso y depósitos de desechos industriales fueron especialmente analizados para evaluar tanto el impacto ambiental como las dosis recibidas por trabajadores y miembros del público debidas a irradiación externa e interna. Al respecto, cabe aclarar que la irradiación puede deberse a fuentes externas, es decir materiales con los que no se toma contacto físico como así también a fuentes internas originadas en la ingestión e inhalación de materiales radiactivos como consecuencia del pasaje de los mismos a la atmósfera o a las cadenas alimenticias a través de distintos mecanismos de transferencia. Estos estudios, que no se limitaron a yacimientos sino que se extendieron también a plantas de tratamiento y destilerías, dieron lugar a una serie de importantes recomendaciones. Entre ellas: monitoreo periódico con instrumental especializado y clasificación de áreas según niveles de dosis; decontaminación de herramientas, materiales, recipientes, etc.; control del personal afectado, cálculos de impacto ambiental, efectos sobre el público. Más información ...
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